jueves, septiembre 21

OPTIMISMO EN SEPTIEMBRE

“Así mienten, así engañan. Así han tratado de ocultar el horror en que han sumido a nuestro pueblo”.
Orlando Letelier, México 1975.
El 21 de septiembre de 1976, hace exactos 30 años, una bomba estallaba en Washington bajo el automóvil en que se desplazaba el ex Canciller chileno, Orlando Letelier. Su cuerpo destrozado quedó a varios metros del vehículo, congelado en una fotografía que recorrió el mundo, mostrando el rostro del fascismo internacional que, apoyado por la CIA, buscaba vengarse de la justicia social que había alcanzado el derrocado Gobierno de Allende y de una presunta campaña internacional de desprestigio, encabezada por Letelier desde la capital estadounidense. Una ironía, pues la dictadura no requería una campaña para desprestigiarse frente al mundo.
Letelier tenía 44 años y había sido embajador en el mismo país que terminó conspirando para su muerte. Fue detenido por los militares golpistas el 11 de septiembre de 1973 cuando ostentaba el cargo de ministro de Defensa. Estuvo detenido en la Escuela Militar, el Regimiento Tacna y la lejana isla Dawson. Tras pasar por la Academia de Guerra Aérea y el campamento de Ritoque salió al exilio, pensándose a salvo de las manos del régimen militar, pero los tentáculos internacionales, manejados por Pinochet y su banda de maleantes lo alcanzaron en Washington, gracias a la acción directa del doble agente CIA-DINA, Michael Townley, quien presionado por Estados Unidos aceptó la responsabilidad de construir y poner la bomba, pero recibió una condena menor e inmunidad, a cambio de testificar en contra de sus ayudantes, cinco cubanos en el exilio. Tras cumplir parte de su condena, fue liberado bajo el amparo del programa federal de protección a testigos. Así, Estados Unidos jamás prestó real colaboración para aclarar el más grave atentado terrorista registrado en suelo gringo hasta antes del 11-S.
Según los protocolos de autopsias, Letelier murió por el desangramiento que le produjo la amputación traumática de sus extremidades inferiores y su acompañante, Ronnie Moffitt, falleció por aspiración de sangre, laceración de la laringe y de la arteria carótida derecha.
Tres décadas más tarde, la Presidenta Bachelet recuerda a su compañero de partido en la ONU y su par venezolano, Hugo Chávez, responsabiliza a “los terroristas de la CIA”. Ninguna sorpresa, aunque ojalá que tales acusaciones no disminuyan la principal responsabilidad, la del tirano Pinochet, próximo a cumplir 91 años.
El atentado contra Letelier formó parte de aquella terrorífica coordinación de las dictaduras de América Latina, bajo el nombre de Operación Cóndor, que buscaba eliminar personas de oposición de Chile, Uruguay y Argentina, sin importar el país donde se encontrasen.
La mañana del lunes 10 de septiembre de 1973, en su condición de ministro de Defensa, Orlando Letelier se reunió con el Comandante en Jefe del Ejército, Augusto Pinochet, quien, según narrara el propio Letelier ante la Comisión Internacional de la Junta Investigadora de los Crimenes de la Junta Militar en Chile en Ciudad de México en 1975, “hizo alarde de sus condiciones democráticas, de sus sentimientos de admiración y lealtad al Presidente Allende y de su decisión de cumplir con su juramento de soldado de defender hasta las últimas consecuencias la Constitución y la persona del Presidente de la República”. El propio dictador declaró posteriormente que, dos días antes, había discutido un documento con uniformados de otras ramas, mediante el cual se comprometía a participar “en la conjura destinada a quebrar la Constitución, a asaltar el poder y ocupar Chile por las armas”, puntualiza Letelier.
Menos mal que septiembre llega a su fin… Se me hace difícil tragar este mes del año, sumido en la ambivalencia de las fiestas patrias y La Moneda en llamas. Recordando a los mártires de la Unidad Popular y su mensaje de justicia y esperanza, me acercó con más optimismo a fin de año.
ERRECÉ

2 comentarios:

Alejandro Tapia dijo...

Tranquilo viejo perro. Hace rato que a los Huasos Quincheros se les desafinaron las guitarras. Letelier: En Washington hay una placa conmemorativa. He sabido que más de un "chileno" la ha meado. Eso habla muy mal de algunos, mientras otros no olvidamos. Saludos. NS

chilesiguesocialista dijo...

Negro,a partir de hoy NS significa para mí Negro Socialista.
Gracias