jueves, enero 19

¿Unión? ¿Demócrata? ¿Independiente?


LA ALTERNANCIA Y LA APLANADORA

Tantas veces repitieron durante la reciente campaña electoral lo importante y urgente que es la alternancia en el poder. Tantas voces del ultraderechismo saltaron con el discurso, desde militares en retiro hasta civiles, que también debieran pasar a retiro de la vida pública. ¿Qué buscaban con esas declaraciones tan vacías de contenido? ¿Alternar qué? El poder que ostentaron con brutalidad e ignorancia durante 17 años de sangrienta dictadura. Para quienes aplaudieron la tiranía del genocida y jamás pidieron alternar el poder de entonces, no sean carerrajas. Resulta sumamente molesto que aquellos que ayer alzaron las voces en favor de la sangre del pueblo derramada, hoy quieran alternar el poder, y resulta todavía más sorprendente que obtengan el apoyo ¿popular? del 47 por ciento de la población. Todo esto liderado por señores como Pablo Longueira, cuya pasión por el fascismo queda demostrada en su burda estrategia de engañar a la gente, postulando por las comunas que más sufrieron el atropello de la bota militar. Bueno, pero al menos él no salió electo mediante resquicios del puto sistema binominal. El ejemplo más caradura de esta comedia de los Udiotas es el señor Jovino Novoa, quien insiste en alabar el sistema, sin el cual habría quedado sin escaño en las últimas parlamentarias. Baste recordar que el propio presidente Lagos quedó fuera de la Cámara en los noventa habiendo obtenido más votos que su momio contendor.
Pero analicemos simplemente el nombre de este partido que sueña con llamarse popular, cuando precisamente aplaudieron la derrota del populo en 1973 y se regocijaron con las torturas, el hambre y los descabellados inventos de la Junta milica, como los programas de empleo, burlas urbanas de la pobreza que alcanzó a casi la mitad de los chilenos durante los ochenta. ¿Unión Demócrata Independiente? Qué grupo político puede no tener vergüenza alguna como para llamarse demócrata, habiendo nacido al alero de los tiempos en que la voz era una sola y un paso a la izquierda significaba allanamientos, ejecuciones, desapariciones. Cómo es posible que partan llamándose "unión". ¿Con quién están unidos? Con la política del terror y el miedo; con la empresa privada que sigue marcando escandalosas diferencias entre trabajadores y patrones; con el retrógrado conservadurismo de la iglesia y su desfachatez de querer educar en la ignorancia, en pro de las enfermedades venéreas y los curas pedófilos (A propósito, acabo de enterarme de que el sacerdote Benedicto Piccardo Olivos fue asesinado en Puerto Montt a manos de sus putos, a quienes contrataba a menudo para distintos favores sexuales ¿qué orgullo sentirá la masa que acompañó su entierro, en medio de aplausos, cuando el cadáver todavía conservaba el calor de aquella noche de sexo y crimen).
¿Independiente? Independiente de qué. Claro, ellos legislan independientemente de si el pueblo se caga de hambre o se atropellan los derechos laborales. Independientes se dicen, pero su nacimiento dependió de la mano añeja del dictador cuando se dignó abrir las urnas y crear una ley de partidos políticos, luego que quemara la constitucionalidad el día que los tanques del Ejército y los aviones de la Fuerza Aérea destruyeran los legítimos sueños del pueblo, que -dicho sea de paso- sí estaba unido democráticamente.
Pero, a pesar de todo, querían alternancia en el poder... Pero qué creían, que Chile es Estados Unidos, cuyos habitantes votan Republicano o Demócrata, y siguen estando igual de emborrachados de poder y siguen viendo en cualquier extranjero a un sospechoso terrorista. Ahora la derecha manifestó su temor a que la Concertación, gobernando con mayoría parlamentaria, les pase la "aplanadora" en materia legislativa. Algunos personeros de la coalición de Gobierno desestimaron tal posibilidad, sin embargo, si tanta alternancia querían, partamos por el Congreso Nacional. A partir de marzo se alternarán los poderes en el edificio de Valparaíso; se caen los designados y la mayoría estará con Bachelet, mujer que ejemplifica la mejor de todas las alternancias, la de género, que nos significa un salto cualitativo desde la última revolución femenina de mediados del siglo 20, cuando obtuvieron derecho a voto. Ahí tienen alternancia. Y... ¡sí señores!, se viene la aplanadora, pero una aplanadora pacífica, elegida en las urnas con el sistema que tanto elogian, muy distinta a la aplanadora que pasaron durante más de 200 meses sin contemplaciones y sin la tan mentada alternancia.
ERRECÉ

martes, enero 17

Chile sigue socialista

DE ALLENDE A BACHELET
Tuvimos que recorrer más de un mes más de lo esperado para darle a Chile el Gobierno que merece, una autoridad que reciba la enriquecedora herencia del estadista Ricardo Lagos. Tan simbólica resulta la elección de Michelle Bachelet a nivel nacional, continental y mundial, que no hubo portada que no resaltara la figura de la doctora socialista. Algunos no comprendieron el significado de las elecciones. El mismo candidato de la derecha, que quiso parecer de centro, dijo que seguía representando a una inmensa mayoría de chilenos. Me extraña que con el éxito que ha tenido como empresario no sepa calcular que menos del 50 por ciento de los votos no es la mayoría; optimista sería decir que se trata de casi la mitad de los electores, pero no "una inmensa mayoría". Para quienes critican todavía la categoría de mujer separada y agnóstica, y todavía no superan el terror al socialismo, observen en algunos de sus pares, que -con hidalguía- no sólo admitieron el triunfo de la candidata de la concertación, sino supieron apreciar la calidad del Gobierno de Ricardo Lagos.
Los derrotados por la dictadura han cruzado con esta elección el umbral del dolor y ven en Michelle Bachelet las añoranzas de un Chile más justo, sin menospreciar las garantías alcanzadas por la administración que termina.
Los que sentimos el gran placer de poder decir "Chile Sigue Socialista" no podemos dejar de agradecer el apoyo fundamental del Partido Comunista y no tengamos temor del llamado "giro a la izquierda", que el continente lo requiere para que los poderosos no sigan masticando el alimento de los más pobres del cono sur. En memoria de Salvador Allende y de todos los caídos durante el sangriento golpe de estado y los siguientes años de aborrecible dictadura...
Chile sigue socialista y cada día se hace más justicia, la tiranía comienza a quedar sepultada o encarpetada en tribunales y la historia empieza a juzgar. La derecha, nunca más.
Si en el siglo veinte sólo gobernaron una vez mediante las urnas, con Jorge Alessandri Rodríguez, el veintiuno seremos los encargados de disminuir a nulas sus falsas expresiones democráticas.
Gracias presidenta Bachelet por encabezar nuestros sueños.
ERRECE