lunes, diciembre 11

MUERTE IMPUNE…PERO MUERTE AL FIN

Salí a comprar verduras y, cuando regresé, el malvado dictador había muerto. "La única solución que existe para el problema de los derechos humanos es el olvido" había dicho once años antes. Ahora, sus adherentes luchan por resguardar un buen recuerdo del tirano. Qué buen recuerdo puede tenerse del más malo de todos, del malvado que sepultó los sueños de toda una generación.

¿Qué puedo decir? Me pone feliz ver el sufrimiento pinochetista, caricaturizado en un puñado de viejas, encabezadas por la obstinada Luz Guajardo, joven fascista, amachotada y fervorosa aspirante al cetro de la más perra de todas. Me satisface ver el sufrimiento de esa casta de bandidos, aunque no se acerque ni un ápice al dolor de los 17 años de terror, horror, sangre y crímenes varios.

Me provoca placer observar el hondo llanto de la vieja obscena, acompañada de los pequeños ladrones que ahora sí quedaron forrados con dólares públicos que su padre, hoy más helado que Walt Disney, fue sacando de las arcas públicas, mientras mataba chilenos mediante sus organismos de ¿inteligencia?

¿Honores de Estado? Pero qué mal gusto haber pretendido siquiera que el general retirado fuese a recibir honores de ex Presidente de la República, siendo que nadie lo eligió y fue el gran oportunista del siglo XX, que tras rendir tributo al Presidente Allende, lo acorraló en La Moneda, buscando un lugar en la historia.

La Presidenta Bachelet no hizo más que lo que desea la inmensa mayoría de los chilenos, un último acto de justicia, negando cualquier intento de convertir en ídolo al ladrón, terrorista de estado, criminal número uno de la patria.

Pinochet, cuánto daño hiciste y cuántos delitos cometiste, cuánta maldad repartiste de norte a sur dirigiendo tus fuerzas contra el pueblo. Ahora, cruzando la sonrisa del Chile democrático, tu cuerpo comienza su proceso de pudrición, que será detenido con la incineración final, en la hoguera donde van a parar los tiranos. Qué bueno que moriste en mitad del Día Internacional de los Derechos Humanos, mostrando al mundo la ironía del destino. Aunque, para ser francos, tu figura se pudrió el mismo día en que destruiste los principios de libertad y tolerancia.

Ahora sí, la derecha se asoma a la ventana del cajón que sostiene los restos del nonagenario delincuente, con disimulo, pasando inadvertidos los militantes de los partidos creados al alero de la dictadura, van despidiendo uno a uno al traidor Pinochet. ¡Qué vergüenza! Pero en fin, la derecha sabe de traiciones y sus representantes no podían restarse del último homenaje al “namber guan” de los hipócritas.

Lamentablemente, tus cientos de crímenes quedaron impunes y las más de 400 querellas que acumulaste desde tu detención en Londres no fructificaron, pero la ciudadanía sabe que fuiste el más peligroso de todos y que luchaste por la división total y absoluta de Chile. La historia tiene la palabra… fuiste el cuarto de la Junta Militar en morir, el último, y también habías sido el último en subirte al carro de la victoria. Y como sabemos, el último cierra la puerta. Haz tu parte, y cierra la puerta de tu cajón, camino a la soledad absoluta, la de los cobardes traidores.
Ha muerto el tirano… Viva la democracia!!!
ERRECÉ

lunes, diciembre 4

MUERTE AL TIRANO

Apenas un puñado de viejas ociosas llegó hasta las puertas del Hospital Militar, cuando se supo que el moribundo tirano ahora sí paraba las patas en cualquier minuto. Se trata de las mismas señoras que no han tenido empacho en escupir a la prensa al fragor nazi de la velada o gritar improperios y lanzar golpes a quien ose enlodar la imagen “intachable” del bonachón general.
Se muere Augusto Pinochet, el tirano, la rata, el dictador, el asesino, el ladrón, el criminal más grande de la historia patria, el monstruo más despiadado de esta parte del planeta. Es una lástima que sea tan poco el dolor que siente en sus últimas semanas de vida.
Militares activos y en retiro se pasean por el recinto asistencial, importándoles un cuesco el reconocimiento institucional de las graves violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Llegaron –cómo no- Moreira y los ladroncitos chicos, hijos del dictador con la guatona obscena.
El Gobierno sufre la cercanía de la despedida, no por añoranzas de los años negros, sino por el profundo dilema de tener que rendirle honores a un ex Presidente de la República, ¿presidente? Pero quién eligió a ese viejo chuchesumadre, quién le dio autoridad, ¿las armas? Santiago sufrirá la ira del pueblo si el Gobierno siquiera intenta hacer de la muerte del tirano un hecho doliente y oficial. El pueblo saldrá a las calles a festejar que la sangre de la rata más gorda ha sido derramada; celebrando que el viejo más querellado del mundo deja el planeta en medio de los más profundos cuestionamientos morales.
Alguien decía que a partir de la muerte de Pinochet, el “pinochetismo” se expandiría por el país como un gran movimiento político. Pues es sumamente difícil, pues basta observar los rostros rebosantes de ignorancia agolpados en las puertas del recinto castrense de Vitacura para darse cuenta de la imposibilidad de aquello; porque no saben por qué están ahí esperando el derrumbe final, para hacer público el llanto sanguinolento de los viudos del régimen.
La derecha olvidó gracias a quién existen esos partidos fascistas en este país y decidió hacerse la huevona y no asistir a la despedida de su mentor. Y mientras el viejo espera su inevitable final, abandonado y con la conciencia convertida en basura, somos millones los que esperamos para destapar las champañas, festejar la muerte del golpista, aunque con la amargura de que Chile no fue capaz de hacer justicia.

La historia lo castigará eternamente… Amén.
ERRECÉ

lunes, octubre 30

MALDITO VERANO

No me gusta el verano; me cansa, me provoca sed, angustia, rencor, melancolía, nuevamente angustia y muy malos recuerdos. Recorriendo textos en mi memoria, me percato que soy muy similar al extranjero de Albert Camus, que enceguecido por el resplandeciente brillo del sol sobre la hoja de un cuchillo, actúa incentivado por esos llamativos haces y comete el crimen.
A veces, cuando el sol está demasiado potente y el calor enciende la sangre y sólo quiero agua fría, siento que bien podría uno convertirse en homicida simplemente por el cansancio y la nubosidad mental que provoca el verano. Fue en verano cuando viví una de las experiencias más traumáticas, inolvidablemente horrible; fue en enero de 1981 cuando la vida familiar sufrió un colapso a raíz de un sanguinolento accidente que tiñó para siempre las relaciones. Fue un día caluroso, lo recuerdo, de hecho es mi primer recuerdo de vida… y de muerte, tenía apenas cuatro años o tal vez menos, pero las imágenes de aquel día en Los Andes se me repitieron durante décadas por lo que me fue imposible olvidar la expiración de mi hermano mayor.
Una plaza en una ruta semiurbana, unos columpios de fierro, un resbalín, una pileta de arena, mi hermano y yo, caminando rumbo a los columpios. Yo era demasiado chico para arrimarme a uno, por lo que decidí mirar a corta distancia la leve velocidad que alcanzaba él, gracias a sus impulsos. Pero no fue la velocidad, ni sus impulsos los que derrumbaron mi inocencia. Fue la fatiga de material, dijeron. El travesaño del columpio cedió y se precipitó sobre mi hermano, partiendo su cabeza y derramando su vida en esas suaves colinas. Lo que siguió se me borra entre los desconsolados gritos de mi madre, con su ropa blanca manchada de sangre y la desilusión de una vida truncada en sus ojos lagrimosos… hasta hoy.
Odio el verano, se me hace difícil el calor y la embriaguez, el calor y la modorra posterior al almuerzo, la transpiración de los transeúntes, la humedad y los recuerdos.
Sería una mentira si escribiera las cosas que habló mi hermano de nueve años antes de morir esa mañana en la montaña; sólo recuerdo su cara llena de vida infantil antes de apagarse por completo. Pasaron los años y nunca quise indagar sobre el feroz acontecimiento y ahora -25 años después- descubro por qué detesto la época del año que se avecina, esta maldita estación que me atormenta y que me traslada nuevamente frente a ese columpio derrumbado, a ese trozo de fierro fatigado que ya no alegra y que sólo provoca pavor, tristeza y calor, un calor del demonio.
ERRECÉ

viernes, octubre 13

La Billetera

Cada cierto tiempo acostumbro ordenar (entiéndase eliminar) algunas cosas de mi billetera, debido a la mala costumbre de guardar el vuelto enrollado con la boleta (de pura paja de separarlos) o al pésimo hábito de acumular cuanto papel escrito con la huevá que sea. Manías le llaman algunos, pequeñas obsesiones me parece más apropiado.
A veces resulta francamente delirante revisar la billetera y tirar a la basura más de la mitad del contenido. A propósito de eso, mi gran amigo el negro (otro, no el compañero negro superstar) una vez me dijo “pongo una luca pa’ la chela porque o sino esta huevá deja de llamarse billetera y se convierte en papelera”.
Y es que además de las típicas fotos tamaño carné, uno guarda en este pedazo de cuero, cuerina, plástico, tela, sintético, o genuino cadáver una cantidad enorme de cosas inútiles, que –sin embargo- parecen imprescindibles.
Veamos, uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… 19!!! ¡Diecinueve comprobantes de giros en cajeros automáticos! Bueno, aunque parezca una exageración, me hace mucho sentido desde que una de estas máquinas de mierda se quedó durante un mes con buena parte de mi sueldo; simplemente falló y me cagó, se quedó con la plata y me entregó un comprobante que decía ‘tome su dinero muchas gracias’. Desde entonces guardo los comprobantes como una obsesión. Detesto los cajeros automáticos, me dan pánico y lo peor es que en muchas pegas (como en la mía) nadie te pregunta si quieres que te paguen con un plástico que trae tu sueldo y tu identificación grabados en una banda magnética; te meten al sistema y ‘chumpadentro’.
Bueno, un cobro de luz, una boleta de la consulta pediátrica de Démian, dos cupones de promoción de comida japonesa, que jamás como y que no tengo idea quien chucha me los pasó, dos invitaciones con vigencia hasta el 28 de febrero de 2008 para un parque infantil. Hasta aquí sólo conservaría éstas; la boleta de electricidad…Aquí hay más comprobantes de cajeros, dos constancias de cambio de domicilio para votar en las últimas elecciones. El carné de identidad (de los antiguos, vigente hasta doce meses más), una licencia de conducir. 10 lucas; la tarjeta que me liga al cajero. Un autoadhesivo que ya está pa’ la corneta, un par de tarjetas de presentación, un calendario 2006 con una imagen de Miguel Enríquez. Sumando y restando, mi billetera ya pesa la mitad.
ERRECÉ

miércoles, octubre 11

PERDIDOS EN EL ESPACIO

A propósito del camino a Palena, tramo de la ruta austral que falta para completar la carretera que unirá por tierra Puerto Montt y Villa O’Higgins, narraré las dos formas que hay para viajar a Chaitén, capital de la provincia, donde vivimos con mi pareja algunos meses, trabajando en una panadería que sostuvimos a duras penas. En nuestro cometido nos fue como la callampa, pero aprendimos del hermoso sur patagónico y sobre todo, de las opciones que hay que evitar para no cagarse del susto o del tedio.
Hasta ahora, e imagino que hasta dentro de por lo menos siete años, plazo que demorará el Ministerio de Obras Públicas en entregar el tramo faltante, sólo se puede acceder a Chaitén por avión o barco. En realidad no es lo uno ni lo otro, porque en rigor se trata de una avioneta o una barcaza. La primera tarda 30 minutos y cuesta más de 30 mil pesos; la segunda vale la mitad y demora 12, 13 o 14 horas, dependiendo del clima, la habilidad del capitán y la carga que lleva el barquito.
Hicimos dos viajes, uno de reconocimiento y otro de asentamiento, breve, pero asentamiento al fin, porque más allá del fracaso yo vendí todas mis cosas para viajar y me llevé más de 30 cajas con mis pertenencias; cinco de ellas permanecen cerradas en mi recientemente inaugurada casa vieja.
El primer viaje lo hicimos en la avioneta porque el clima estaba bravo para moverse dentro del mar. No era menos la situación en el aire. 30 infartantes minutos de recorrido cruzando en paralelo a la isla grande de Chiloé y el continente, pues dicho sea de paso Chaitén es llamado el Chiloé continental.
Todo comenzó a las 12 del día cuando nos acercamos a la agencia de viajes en una céntrica calle de Puerto Montt. Un señor de unos 55 años recibió los boletos, cargó las maletas en un minibús, condujo el vehículo hasta el aeropuerto. Luego, el mismo señor bajó las maletas, atravesó el aeropuerto de El Tepual con un carrito, hasta llegar a la mismísima avioneta, donde cargó los equipajes, chequeó a los pasajeros y sus boletos, ocupó el sitio del piloto, verificó los escasos instrumentos y comenzó a pilotar, carreteó por la pista de despegue y se separó del planeta. Era un circo pobre con dos alas y tres ruedas.
En total éramos ocho personas, incluido piloto y copiloto, que en realidad era un pasajero que no tenía para nada cara de saber qué hacer en caso de que el conductor del minibús-encargado de la agencia-acarreador de maletas-cortador de boletos-piloto sufriera un malestar.
Este tipo de bimotores suena al chancho, es decir, los metales llenos de parches y heridas de antaño se sacudían más que aquellas míticas Recoleta-Lira. En 30 minutos ensordecedores, en que la lluvia terminó por amedrentar hasta al piloto, divisamos Chaitén, cuya pista de aterrizaje está de sur a norte, por lo que a nuestro multifuncional amigo le restaba una última maniobra antes de descargar el equipaje, cerrar el avión con llave, cargar los bolsos en una camioneta y llevarnos a la ciudad. Faltaba aquella puta maniobra de viraje, en que mientras el piloto tirita entero con los comandos de la avioneta, los pasajeros rezan, se aprietan las manos, echan chuchadas a concho y ven árboles, árboles, árboles, árboles, árboles, árboles… Cuando ya damos todo por perdido, se ve la pista y en un cuarto de segundo aterrizamos con un pequeño saltito, la nave reduce su velocidad, ingresa a la loza, soltamos con algo de confianza los esfínteres, nos miramos con cara de renacimiento y salimos de la cajita de metal.

BARCAZA DEL DEMONIO

Otra forma de viajar es en barcaza. Sin tener ni el más mínimo conocimiento de este medio de transporte, compramos los boletos y nos embarcamos en Puerto Montt, conociendo de antemano que serían doce horas o más de travesía.
Arriba del barco, paseamos por la cubierta buscando un lugar donde dejar las mochilas. Íbamos unos 100 pasajeros, tres camiones y cinco automóviles. Parece que tardamos mucho y la falta de experiencia nos jugó una mala pasada. Cuando entramos a la cabina donde hay asientos techados, estaba lleno de hombres, mujeres y niños acomodados en las más insólitas posiciones para armar el tetris humano que les permitiera resistir la mitad del día. Salimos y ya que había un día soleado, decidimos viajar en la parte alta del barco; pudimos fumar algo de macoñita, llevábamos algunas botellas de alcohol, así que el viaje se nos hizo algo más soportable, aunque largo, muy largo.
El mar estuvo calmo, sin embargo, cuando todavía faltaban cuatro horas para llegar, el frío patagónico nos saludó con una bofetada de hielo y debimos romper el tetris a presión y viajar de pie, pero con una temperatura adecuada, en la cabina con las otras personas, algunas de las cuales ya habían optado por estirar sus sacos de dormir en los pasillos y echarse cual barricada humana.
Llegando a puerto, hay que desarmar el tetris, así que una hora antes, salimos soportando el frío y llegamos en cubierta, medianamente ebrios… medianamente volados, pero a salvo.

“ESTAMOS PERDIDOS”

Tan mal nos había ido en Chaitén en nuestro viaje de asentamiento que, a pesar de tener reservados los pasajes en barcaza, la prisa por huir de aquel lugar y la proximidad de un temporal que amenazaba con dejarnos en tierra una semana, nos adelantamos y compramos boletos en bimotor, sin considerar el mal tiempo que se avecinaba.
Antes de embarcarnos, la lluvia ya sumaba tres horas, pero nos subimos carerraja al avión, pilotado por un señor más inexperto... pero con dedicación exclusiva a maniobrar el avión, es decir, no cortaba boletos ni nada de eso.
Apenas despegó sabíamos que sería difícil… El mes anterior había caído una avioneta en el sector (la historia cuenta que quien era hasta ese minuto el único sobreviviente logró salir de la aeronave, caminó unos pasos y gritó “¡¡¡¡¡¡estoy vivo, estoy vivo!!!!!!”, para -acto seguido- tropezar y caer al acantilado, sumándose a las víctimas fatales). El avión se movió en exceso, mientras nosotros comíamos ansiosos bolsas y bolsas de golosinas que nos habían sobrado de la panadería. El vuelo –sabíamos- debía durar media hora o 40 minutos, por lo que cuando había pasado una hora y nosotros veíamos sólo mar, mar, mar, el piloto de dedicación exclusiva –frente a las angustiosas caras de nosotros, los pasajeros aferrados a la vida- miró hacia atrás y dijo “Estoy perdido”…No supe qué decir… pasamos cinco minutos en silencio sepulcral (nunca mejor dicho). Transpiraba helado (no de chocolate, sino frío frío). Mi niña comenzó a marearse en exceso, le bajó una crisis de angustia, el piloto buscaba el norte, una señora sacaba un rosario. Hasta que quien llevaba el control, emulando a Rodrigo de Triana, dijo en voz alta “¡Tierra!”. Efectivamente era el continente; habíamos estado perdidos por el lado oeste de Chiloé, donde termina esa parte del país. Para mi mujer ya era tarde, faltaban cinco minutos para aterrizar en El Tepual y empezó a vomitar copiosamente en las espaldas de los que viajaban adelante: el Gobernador de la provincia de Palena y su distinguida esposa. Cuando el avión se detuvo en tierra firme, la autoridad le preguntó, algo manchado todavía “¿estás mejor?”. Ella todavía no se recuperaba del amargo llanto de la incertidumbre.
La nueva ruta terrestre sumará una tercera opción, menos angustiosa y más cargada de naturaleza. Eso, siempre que el proyecto del MOP no haga mierda los retazos de paraíso que se dibujan en ese angosto trozo continental. Lo que es yo, ni aire ni mar, al menos en esa zona, donde la maldad embravece el océano y congela hasta las palabras, y cubre el cielo de indomables tormentas.

ERRECÉ

jueves, octubre 5

18 AÑOS DEL TRIUNFO DEL NOOOO!!!!

Hoy se cumplen 18 años del triunfo del NO en el plebiscito que sepultó la tiranía en Chile y dio paso a la anhelada democracia. He decidido innovar y –con nostalgia- recordar la maravillosa franja televisiva del NO. Este video corresponde al clásico "La alegría ya Viene", pocos días antes de la primera votación no trucha en 16 años. Disfrútenlo…


martes, septiembre 26

MICROPÍLDORA

Ayer venía en la micro cuando una muchacha adolescente, vestida de uniforme escolar y cargando una mochila y un bolso (seguramente con restos de colación) subió llorando desconsolada. No pude evitar el morbo y me saqué los audífonos sólo para oír su llanto. Era –sin duda- una pena negra. Se sentó junto a un universitario, quien –amablemente- le pasó un paquete de pañuelos desechables para retener los microbios que ya comenzaban a aflorar de manera incontenible. Lloraba pidiendo una oreja y el se la prestó gustoso. Con frases entrecortadas por sonidos guturales y lacrimosos, la niña-mujer empezó a narrar sus desventuras. “Parece que estoy embarazada”, dijo. Definitivamente apagué el reproductor de música para escuchar la historia completa. “Sabes –le dijo a su ocasional interlocutor- fue la única vez que me acosté con mi pololo…antes de ayer”. “¿Y por qué crees que estás embarazada?”, le preguntó el universitario. “Por las fechas…usó un condón, pero se rompió y ahora no sé qué…buuuuaaa”. Siguió llorando sin consuelo.
Soy pro aborto sin presiones externas, es decir, que cada quien decida sobre su cuerpo incluyendo lo que lleva dentro. No creo en la “vida humana” antes del parto, sino en la preexistencia, que nada tiene que ver con emociones, sino con biología pura.
Lo que los padres de la niña no hicieron en varios años, lo estaba a punto de concretar ese extraño que –por casualidad- se había cruzado en su vida, porque a los pocos minutos le dijo: “Yo te puedo ayudar”. Le habló de la píldora del día después y de la confidencialidad de los consultorios a propósito de la nueva normativa; ella parecía sonreír. “¿Seguro que no me pasará nada…no es un aborto?”, le preguntó ignorante y claramente ignorada desde hacía mucho tiempo. “No, no es aborto, es una medida anticonceptiva… veo que nadie te ha explicado”. “¿Y dónde la puedo conseguir?”, le preguntó. “Mira, si tienes plata en una farmacia, si no tienes en un consultorio”. El tipo parecía un enviado del servicio de salud, pues la convenció.
Juntos se bajaron de la micro. Mientras el bus avanzaba, los vi perderse tras la mampara de una Farmacia. Ella volvía a estar alegre. Él, proselitista de la anticoncepción, volvió a guardar sus pañuelos desechables.
ERRECÉ

jueves, septiembre 21

OPTIMISMO EN SEPTIEMBRE

“Así mienten, así engañan. Así han tratado de ocultar el horror en que han sumido a nuestro pueblo”.
Orlando Letelier, México 1975.
El 21 de septiembre de 1976, hace exactos 30 años, una bomba estallaba en Washington bajo el automóvil en que se desplazaba el ex Canciller chileno, Orlando Letelier. Su cuerpo destrozado quedó a varios metros del vehículo, congelado en una fotografía que recorrió el mundo, mostrando el rostro del fascismo internacional que, apoyado por la CIA, buscaba vengarse de la justicia social que había alcanzado el derrocado Gobierno de Allende y de una presunta campaña internacional de desprestigio, encabezada por Letelier desde la capital estadounidense. Una ironía, pues la dictadura no requería una campaña para desprestigiarse frente al mundo.
Letelier tenía 44 años y había sido embajador en el mismo país que terminó conspirando para su muerte. Fue detenido por los militares golpistas el 11 de septiembre de 1973 cuando ostentaba el cargo de ministro de Defensa. Estuvo detenido en la Escuela Militar, el Regimiento Tacna y la lejana isla Dawson. Tras pasar por la Academia de Guerra Aérea y el campamento de Ritoque salió al exilio, pensándose a salvo de las manos del régimen militar, pero los tentáculos internacionales, manejados por Pinochet y su banda de maleantes lo alcanzaron en Washington, gracias a la acción directa del doble agente CIA-DINA, Michael Townley, quien presionado por Estados Unidos aceptó la responsabilidad de construir y poner la bomba, pero recibió una condena menor e inmunidad, a cambio de testificar en contra de sus ayudantes, cinco cubanos en el exilio. Tras cumplir parte de su condena, fue liberado bajo el amparo del programa federal de protección a testigos. Así, Estados Unidos jamás prestó real colaboración para aclarar el más grave atentado terrorista registrado en suelo gringo hasta antes del 11-S.
Según los protocolos de autopsias, Letelier murió por el desangramiento que le produjo la amputación traumática de sus extremidades inferiores y su acompañante, Ronnie Moffitt, falleció por aspiración de sangre, laceración de la laringe y de la arteria carótida derecha.
Tres décadas más tarde, la Presidenta Bachelet recuerda a su compañero de partido en la ONU y su par venezolano, Hugo Chávez, responsabiliza a “los terroristas de la CIA”. Ninguna sorpresa, aunque ojalá que tales acusaciones no disminuyan la principal responsabilidad, la del tirano Pinochet, próximo a cumplir 91 años.
El atentado contra Letelier formó parte de aquella terrorífica coordinación de las dictaduras de América Latina, bajo el nombre de Operación Cóndor, que buscaba eliminar personas de oposición de Chile, Uruguay y Argentina, sin importar el país donde se encontrasen.
La mañana del lunes 10 de septiembre de 1973, en su condición de ministro de Defensa, Orlando Letelier se reunió con el Comandante en Jefe del Ejército, Augusto Pinochet, quien, según narrara el propio Letelier ante la Comisión Internacional de la Junta Investigadora de los Crimenes de la Junta Militar en Chile en Ciudad de México en 1975, “hizo alarde de sus condiciones democráticas, de sus sentimientos de admiración y lealtad al Presidente Allende y de su decisión de cumplir con su juramento de soldado de defender hasta las últimas consecuencias la Constitución y la persona del Presidente de la República”. El propio dictador declaró posteriormente que, dos días antes, había discutido un documento con uniformados de otras ramas, mediante el cual se comprometía a participar “en la conjura destinada a quebrar la Constitución, a asaltar el poder y ocupar Chile por las armas”, puntualiza Letelier.
Menos mal que septiembre llega a su fin… Se me hace difícil tragar este mes del año, sumido en la ambivalencia de las fiestas patrias y La Moneda en llamas. Recordando a los mártires de la Unidad Popular y su mensaje de justicia y esperanza, me acercó con más optimismo a fin de año.
ERRECÉ

viernes, septiembre 8

Máximo tribunal, mínima justicia

Nuevamente la justicia se burla de la pobreza, desde los tupidos sillones de la Corte Suprema, confirmando lo que Mario Palestro exclamó a comienzos de los 70: “Son unos viejos momios de mierda”. El máximo tribunal confirmó la tesis del suicidio en el caso Soto Tapia, a pesar de las innumerables pruebas que desdecían tal barbaridad. La familia del conscripto ha debido esperar 10 años para oír una respuesta tan poco creíble. La causa de muerte quedó como “indeterminada”, pues los restos óseos no permiten mayores análisis. En nada quedaron las condenas de 15 años y un día que el ministro en visita Patricio Martínez, dictó contra los 3 conscriptos que –según su investigación- habían golpeado a Soto hasta la muerte.

Con un sitio del suceso alterado, la complicidad del Ejército y ahora de la justicia, nada pudo hacerse para dignificar los resultados de la investigación.

Conocí a la familia del soldado por cuestiones laborales. Conversé varias veces con ellos, una en su humilde casa de San Felipe. Esos padres esperaban más asistencia de los tribunales, pero sabían que desde la pobreza no serían escuchados.

Los asesinos de Pedro deben estar recorriendo las calles de San Felipe o algún edificio militar, cargando para siempre con el funesto crimen sobre sus hombros. Mientras, la familia llora por décimo año consecutivo la muerte del hijo que creyó conveniente evadir la pobreza haciendo su servicio militar obligatorio y –a cambio- encontró la traición de sus pares, el silencio cómplice del Ejército y otra mariconada gigante de esos “viejos momios de mierda”.

miércoles, agosto 23

PASAJERO LOCE



¿Está muy cansada tu mochila?, le pregunté a un escolar que –sentado en la segunda fila de una micro con todos sus asientos ocupados-llevaba en el asiento del lado su morral. Me respondió nervioso y sin palabras; levantó su bolso y me senté. Andar en micro siempre es toda una experiencia. Me incomoda, por ejemplo, subirme a una micro absolutamente vacía, me siento extraño, falto de gente, por lo que acostumbro cambiarme de asiento varias veces para mirar por ventanas distintas, hasta que el vehículo comienza a llenarse de pasajeros. Las micros demasiado llenas son –evidentemente- incómodas, pero llevan consigo una mayor cantidad de historias. Quedar cerca del timbre en una con exceso de pasajeros de pie se traduce en tener que tocarlo unas 18 veces antes de bajarse, a solicitud de cada tipo que quiere descolgarse del metal amarillo y no alcanza el botón. Generalmente, mientras ando en micro escucho música, algo del folclor o un poco de blues. Se hace más corto el viaje. Y si voy cómodo, saco algún libro, lo que efectivamente reduce de modo notorio el tiempo de viaje.
También hay viajes notables, como el que relate en un post anterior con McCartney y travestis incluidos; y otros demasiado desagradables, como viajar con un huevón cabeceando al lado tuyo, un tipo muerto de sueño que cada tanto te apoya la cabeza en el hombro, babea un poco y, si no tiene empacho, ronca.
Me gusta escuchar a los cantores de las micros, excepto a los que creen que hacen música, rapeando unas letras que con cueva riman. También me gusta cambiar una gamba por un helado en verano o un chocolate en invierno; escuchar conversaciones ajenas inventándoles historias a los pasajeros; mirar fijo a algunas personas, buscando incomodarlas, sólo por huevear. La cuestión es matar el tiempo que paso arriba de las micros…y resulta.
Cuando me levanté para bajarme, el escolar con cara de LOCE seguía al lado mío. “Me das permiso”, dije. “Claro”, me respondió. “No estoy hablando contigo, sino con tu mochila”.
ERRECÉ

lunes, agosto 14

DÈMIAN FUE AL MÉDICO

Las cosas cambiaron radicalmente. Con mi pareja decidimos llevar a Dèmian a un médico veterinario para que además de guiarnos en la crianza del felino, revisara el peluche (así lo llamó). Lo tomó de buenas a primeras, lo revisó entero. "Es un gato atípico", dijo la doctora Karin. El traslado había sido terrible. Luego de ponernos un pequeño troncho mañanero, nos armamos de valor para -haciendo algo que no quisiéramos- meter a Dèmian en una caja y cerrarla, al son de sus quejidos y pataleos. Lloró y se lamentó tres cuadras, pero mi mujer pudo controlarlo hablándole en lenguaje gatuno.
La doctora dijo que si le teníamos miedo nunca sería un gato integrado. Tómenlo, acarícienlo, jueguen con él todo el rato, nos decía la menuda mujer. En la consulta lo tomé por primera vez, pero cuando llegamos de regreso a la casa todo había cambiado. Démian salió de su caja, recorrió la casa y lo cogimos en brazos. Desde entonces Démian no se nos despega, camina detrás de nosotros todo el día, duerme (a veces) en nuestra cama. No para de jugar y curiosear por su (nuestra) casa. Ha sido lo máximo comprenderlo y verificar su absoluto cambio de comportamiento. Creo que la doctora tiene razón, el gato es un peluche y ya comienzo a tratarlo como a un niño, a uno simpático claro, porque hay niños que no se asemejan en nada al sinpar Dèmian.
ERRECÉ

PD: Dèmian me hipnotiza; ¿me estaré poniendo medio huevón?
PD2: no respondan con la talla fome (¿MEDIO?)

jueves, agosto 10

DÈMIAN


Tenía unos 8 años cuando comencé a manchar mi conciencia, persiguiendo gatos, encerrándolos, molestándolos, en fin, interrumpiendo su apacible vida felina. Antes de cambiarme de casa, cuestión que se concretó hace dos semanas, habíamos decidido con mi pareja tener una mascota. Desde entonces, me concentré en la idea de adquirir un gato y reflexionando llegué a la conclusión de que sería una forma de pagar una deuda social con ellos.
Un domingo fuimos a una estación de metro a buscar a nuestro gato que alguien nos regalaría luego de un contacto virtual. Estaba nervioso, porque nunca había tenido uno y porque no imaginaba cómo sería tenerlo y cuidarlo. Dèmian llegó a nuestras vidas con un gruñido feroz, apenas la mujer abrió la caja de comida china en que lo transportaba. No pude evitar abrir los ojos automáticamente, no arrepentido, pero sí preocupado por el nivel de bestia con el que nos estábamos metiendo. No abrimos la caja en todo el recorrido hasta nuestra casa, pensando también en el profundo ruido del tren subterráneo, que seguramente terminaría por estresar al pequeño animal. Con dos meses y medio, nos costó horas que saliera de su caja cuando regresamos. Cuando por fin decidí vaciar su incómodo, pero seguro refugio, Démian chilló indignado y de un salto regresó a la irónica caja de comida china.
Minutos después volví al ataque y vacié la caja. Dèmian huyó por la casa buscando un sitio seguro, pero rápidamente se arrinconó en una pared del living. Decidimos entonces traer todo lo necesario hasta su nuevo dormitorio. Su caja cama, sus envases con agua y comida y –muy importante- su cubeta de arena. Los dos primeros días no comió, pero al tercero empezó a bajar el nivel de pelets del recipiente y comenzaron a aparecer pequeños, compactos e inoloros excrementos dispuestos ordenadamente sobre su piscina de arena. Primera etapa, superada.
Recién se cumplirá una semana desde que llegó nuestro nuevo huésped y ya eligió su lugar preferido. Le gusta permanecer horas detrás de la cocina, se nota que tiene miedo, sea porque lo separaron de su madre, sea porque sus nuevos dueños son gigantes a su lado. La cosa es que acercarse a Dèmian es de terror, maúlla insistentemente, gruñe, estira las uñas y se retuerce. Pero me cae bien esta mascota, porque su independencia me permite ignorarlo si se pone demasiado huevón, come lo que quiere y cuando quiere y caga en un lugar predeterminado sin ensuciar el resto de la casa. En las noches maúlla y pasea por todos lados y se esconde en los lugares más impredecibles.
Siento que Démian se “tomó” la casa y que talvez no sea un gato juguetón, pero ya me metí en esto y debo asumirlo tal como asumía los malos ratos que les hice pasar a sus congéneres hace ya 20 años.

ERRECÉ
PD: cualquier consejo o truco para que se ponga más buena onda, bienvenido.

martes, agosto 1

Proclama del Comandante en Jefe al pueblo de Cuba

Transcribo a continuación el mensaje del comandante Fidel Castro a su pueblo en momentos en que deja el poder provisionalmente, debido a su delicada salud. Esperando su recuperación y la continuación del histórico proceso revolucionario de Cuba, hago una pausa en este blog y cedo la palabra al genio político.
ERRECÉ
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Con motivo del enorme esfuerzo realizado para visitar la ciudad argentina de Córdoba, participar en la Reunión del MERCOSUR, en la clausura de la Cumbre de los Pueblos en la histórica Universidad de Córdoba y en la visita a Altagracia, la ciudad donde vivió el Che en su infancia y unido a esto asistir de inmediato a la conmemoración del 53 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953, en las provincias de Granma y Holguín, días y noches de trabajo continuo sin apenas dormir dieron lugar a que mi salud, que ha resistido todas las pruebas, se sometiera a un estrés extremo y se quebrantara.
Esto me provocó una crisis intestinal aguda con sangramiento sostenido que me obligó a enfrentar una complicada operación quirúrgica. Todos los detalles de este accidente de salud constan en las radiografías, endoscopías y materiales filmados. La operación me obliga a permanecer varias semanas de reposo, alejado de mis responsabilidades y cargos.
Como nuestro país se encuentra amenazado en circunstancias como esta por el Gobierno de los Estados Unidos, he tomado la siguiente decisión:
1) Delego con carácter provisional mis funciones como Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en el Segundo Secretario, compañero Raúl Castro Ruz.
2) Delego con carácter provisional mis funciones como Comandante en Jefe de las heroicas Fuerzas Armadas Revolucionarias en el mencionado compañero, General de Ejército Raúl Castro Ruz.
3) Delego con carácter provisional mis funciones como Presidente del Consejo de Estado y del Gobierno de la República de Cuba en el Primer Vicepresidente, compañero Raúl Castro Ruz.
4) Delego con carácter provisional mis funciones como impulsor principal del Programa Nacional e Internacional de Salud Pública en el Miembro del Buró Político y Ministro de Salud Pública, compañero José Ramón Balaguer Cabrera.
5) Delego con carácter provisional mis funciones como impulsor principal del Programa Nacional e Internacional de Educación en los compañeros José Ramón Machado Ventura y Esteban Lazo Hernández, Miembros del Buró Político.
6) Delego con carácter provisional mis funciones como impulsor principal del Programa Nacional de la Revolución Energética en Cuba y de colaboración con otros países en este ámbito en el compañero Carlos Lage Dávila, Miembro del Buró Político y Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros.
Los fondos correspondientes para estos tres programas, Salud, Educación y Energético, deberán seguir siendo gestionados y priorizados, como he venido haciéndolo personalmente, por los compañeros Carlos Lage Dávila, Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, Francisco Soberón Valdés, Ministro Presidente del Banco Central de Cuba, y Felipe Pérez Roque, Ministro de Relaciones Exteriores, quienes me acompañaron en estas gestiones y deberán constituir una comisión para ese objetivo.
Nuestro glorioso Partido Comunista, apoyado por las organizaciones de masas y todo el pueblo, tiene la misión de asumir la tarea encomendada en esta Proclama.
La reunión Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, a realizarse entre los días 11 y 16 de septiembre, deberá recibir la mayor atención del Estado y la Nación cubana para celebrarse con el máximo de brillantez en la fecha acordada.
El 80 aniversario de mi cumpleaños, que tan generosamente miles de personalidades acordaron celebrar el próximo 13 de agosto, les ruego a todos posponerlo para el 2 de diciembre del presente año, 50 aniversario del Desembarco del Granma.
Pido al Comité Central del Partido y a la Asamblea Nacional del Poder Popular el apoyo más firme a esta Proclama.
No albergo la menor duda de que nuestro pueblo y nuestra Revolución lucharán hasta la última gota de sangre para defender estas y otras ideas y medidas que sean necesarias para salvaguardar este proceso histórico.
El imperialismo jamás podrá aplastar a Cuba.
La Batalla de Ideas seguirá adelante.
¡Viva la Patria!
¡Viva la Revolución!
¡Viva el Socialismo!
¡Hasta la Victoria Siempre!
Fidel Castro Ruz
Comandante en JefePrimer Secretario del Partido y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba.
Julio 31 del 20066 y 22 p.m.

martes, julio 25

¿LA DERECHA SOLIDARIA?

¿A alguien le calza “solidaridad” con “derecha”? ¿Alguien cree realmente que los aliancistas están por defender a los trabajadores, eliminando los abusos del empresariado? Saco a colación estas interrogantes cuando el debate en torno a la reforma previsional está encendido. Las propuestas de la Comisión Marcel están siendo estudiadas por el Comité Interministerial que deberá presentar el proyecto de ley para su discusión parlamentaria. Pero las voces políticas ya han lanzado sus ideas complementarias al informe del Consejo Asesor Presidencial. Mientras el bloque progresista de la Concertación puso el acento en el pilar solidario y en la creación de una AFP estatal; la derecha cree oportuno que se entregue un subsidio estatal a las mujeres trabajadoras para completar sus magras pensiones. Además, los herederos de la dictadura plantean la OBLIGACIÓN de que los trabajadores independientes coticen en las Administradoras de Fondos de Pensiones. Este último punto me parece aberrante desde el punto de vista político, porque es tan evidente que los propietarios de las AFP son del mismo grupo de legisladores momios que buscan seguir enriqueciéndose. No les bastó con saquear el Estado en los años 80, ahora quieren que los particulares depositen parte de sus sueldos –por boleta- en los fondos para la vejez. ¿Por qué debemos pensar en la vejez obligatoriamente, si mi ideal es vivir precisamente hasta los 65 años? Una amiga me comentaba hace algunos días que está vendiendo planes de AFP para obtener recursos adicionales. Sólo le planteé la posibilidad de que se muriera al día siguiente de jubilar y se aterrorizó por el destino que tendrían los millones de pesos acumulados durante años de cotización.
Es un dato de la causa que mientras la izquierda busca darle protagonismo al Estado dentro de las actuales perspectivas de desarrollo con el modelo económico liberal ya instalado, la derecha busca reducir su tamaño, dejando a la “mano invisible” hacer el resto, una mano ni tan invisible, pues son ellos los especuladores que manejan el mercado. No se puede obligar a los trabajadores independientes a cotizar, lo más que se puede hacer es incentivar su ingreso al sistema previsional, como planteó la comisión de expertos. Pero la derecha no quiere perder ni un peso susceptible de ser invertido y multiplicado por millones para el bien de los empresarios, porque luego los cotizantes no verán un peso más allá del reajuste de sus pensiones. ¿Hasta cuándo seguirán robando los ahorros de generación tras generación? Todos estos inventos financieros previsionales fueron creados por los ladrones del régimen de Pinochet que creen que pueden seguir haciendo y deshaciendo con los recursos particulares. Critican la regulación del Estado, pero resulta que cuando estemos abandonados a la deriva ¿serán los empresarios nuestros defensores, serán ellos los que recuerden la tan mentada solidaridad y nos tiendan una mano para sacarnos de las tinieblas antes de caer en el abismo de la miseria? ¿será la derecha la que permita que mejoren las condiciones laborales y se haga justicia con cientos de miles de compañeros explotados? No señor, seremos nosotros los únicos responsables de nuestra suerte y somos nosotros los llamados a detener el robo legitimado por el actual sistema. Por eso no deja de ser relevante que se cree una AFP estatal que proteja con visión de Estado los fondos particulares, que en vez de ser invertidos para enriquecer al empresariado, podrían servir para sumar y mejorar los planes sociales y de superación de pobreza en Chile que –hasta ahora- son puestos como ejemplo para el mundo por organismos internacionales.
ERRECÉ

martes, julio 18

EL CHAMPAÑAZO

Cuando me enteré, me dio exactamente lo mismo, ni siquiera se me pasó por la cabeza un cuestionamiento moral a la decisión. Sí me pregunté cómo reaccionarían mis padres cuando supieran que mi hermana menor estaba pololeando con mi primo hermano, dos años mayor que ella. Nadie sabe a ciencia cierta cuándo comenzó el idilio consanguíneo, y nadie criticó la decisión final de estar formalmente juntos, compartiendo placeres y apellidos.
Todos se habían enterado desde que, de un tiempo a esta parte, mi hermana y su primo comenzaron a frecuentar reuniones familiares, salidas a bares y casas de otros primos, reventones de alcohol y comida, y otras “salidas a terreno”. Rápidamente se corrió la voz: los primos andaban en “algo”. No recuerdo si mi hermana me contó literalmente, pero sé que no hizo falta, pues además de notorio, había una mirada tácita en ella que quería decirme lo que con palabras se dificulta. ¿Cómo chucha le digo a los viejos?, me preguntó. De frente y sin respirar, pensé, creyendo que de todas formas, el conservador de mi padre le gritaría un rato y pensaría que su sobrino, el hijo de su hermano era un degenerado.
Pasamos dos o tres semanas riéndonos de la futuras “colas de chancho” y de esto de ser cuñado de mi primo, y que su tío era su suegro y que, en fin, todo el parentesco tradicional se había ido a la mierda. Admito que me gustaba la idea, por rara o simplemente por “antinatura” y no sólo quería, sino que debía estar presente (por petición de mi hermanita) cuando les dijera a mis padres que se estaba sirviendo su sangre en un plato familiar. El primer intento fracasó debido a una mala pelea entre ellos y yo, con la defensa directa de mi hermana. Doblemente endeudado, estuve presente cuando, 72 horas después, se decidió a contar su secreto de familia. Sólo faltaba que los viejos supieran, porque todos, absolutamente todos sabían del idilio.
“Papá, estoy pololeando con mi primo”, “¿Pero cómo, si es tu primo hermano?”, replicó mi padre, para luego agregar que sólo le parecía extraño, pero lo aceptaba. No sólo eso. Dos días después, el pololo-primo apareció en el departamento “dando la cara” a sus tíos-suegros. Mi padre se puso contento, dichoso, incluso cuando yo ya me retiraba, culminando mi apoyo moral, sacó una botella de champaña que permanecía guardada en el refrigerador desde que supo que su hija menor se había involucrado con su sobrino. Nunca fui testigo de nada igual, mi padre conservador, de derecha, católico y muy jodido, aceptaba de buenas a primeras aquella situación que si la hubiese considerado blasfema me hubiera parecido normal. Pero me desconcertó, sobre todo por la champaña, pues mi primo debe ser de los pocos que se fue de “champañazo” a las pocas semanas de iniciar tamaña relación.

PD: Si tengo sobrinos con cola de chancho, no me quedará otra que comprar afrecho y quererlos en su diferencia.
ERRECÉ

martes, julio 4

EL REY LAGARTO


“I am the Lizard King… I can do anything”
Jim Morrison
El 3 de julio se cumplieron 35 años de la muerte de Jim Morrison, y no quise dejar pasar la fecha sin rememorar la estructura mental de uno de los más influyentes personajes en lo que ha sido mi vida. Conocí la música de The Doors a mediados de los 80, cuando recién me acercaba a los diez años. La radio –aquellas intervenidas emisoras- tocaban los sabrosos “temas oreja” de la banda californiana. Así me fui prendando de “Light My Fire” y “Break on Trough”, clásicos de clásicos, que hasta hoy encienden mis pasiones. Pasaron los años y fui adquiriendo, primero en casetes, toda la discografía de Manzarek, Krieger, Densmore y Morrison, hasta completar una caja llena de cintas con los álbumes típicos y otros sacados de persas y ferias callejeras, que contenían conciertos en bares y presentaciones masivas. Compré videos en VHS y libros con poemas de Morrison, que todavía me causan fascinación. Leí y releí la historia de este hijo de militar, que sucumbió a la revolución de aquellos años y se entregó a lo que había más allá de “las puertas de la percepción”. Ya con 14 años, probé la marihuana, inspirado en una presentación en que Jim prendía un caño antes de cantar The End. Me volé poco, pero pasadas unas semanas aprendí a fumar yerbita y a explorar los recovecos de la mente. Me sentía conectado con el artista, pasaban los años y cada 3 de julio recordaba su pintoresca muerte, escuchaba e investigaba los mitos que la rodearon en París, lugar donde había huido de sí mismo. Leí y releí las traducciones de sus temas, impactándome con “Horses Latitudes”, en que James Douglas Morrison declama con profunda inspiración cómo los caballos son arrojados al agua en alta mar, cuando los barcos españoles debían alivianar peso por imprevistos del clima. Se nota el sufrimiento del poeta ante el dolor animal, en cada verso, en cada convulsión verbal.
Pasaron los años y soñaba con conocer el lugar donde yacía Morrison, buscando inspiración, conexión con el desgarbado personaje, lo que la sociología llama ídolo. Cumplí 17 años y terminé el colegio. Salí a estudiar a España y desde que lo planifiqué, estuvo entre mis panoramas (ya no sueños) visitar el mítico cementerio de Pere Lachaise, donde está sepultado el cuerpo de Jim Morrison, junto a próceres de la cultura como Wilde, Piaf, Balzac, Moliere, La Fontaine. Ya instalado en Madrid, aproveché la semana santa y me fui diez días con una mochila y unos cuetes de hachís a París. Me quedé en un hotel periférico a cinco estaciones de metro de Pere Lachaise. Apenas llegué al hotel, agarré un perno y me dirigí al cementerio. El portero me dijo en inglés que cerraban en media hora, así que corrí con el mapa en mis manos, donde un cuadrado rojo señalaba el lugar exacto donde estaban los restos de Morrison. Había algo de gente, caminé mientras me fumaba la resina y regresé a los pies de la tumba. No deja de ser conmovedor, 8 años después, encontrarse con la tumba de tu ídolo, que sólo habías visto en fotografías.
Durante el año que estuve en España, volví cinco veces a la tumba de Morrison, como un fanático. Regresé a buscar la inspiración, a buscar versos olvidados, me enchufaba un reproductor de cd en las orejas y volaba (ya no sólo con ayuda de estimulantes) volaba lejos, me sentía relajadísimo y afortunado, mirando ese trozo de fierro con el nombre del cantante, mientras en mis oídos se cerraba la función con un “This is the end, beautiful friend”. Morrison me mostró la silenciosa revolución de la libertad, me mostró los poemas más preciados y simples, me enseñó a buscar nuevas percepciones, y hoy, a 35 años de su muerte, y a 20 de mi enganche con sus letras, todavía me causa emoción reordenar sus discos (ahora en cd, algunos en vinilo) releer sus libros, sus biografías. Por supuesto estuve en el recital que dieron sus ex compañeros en el Velódromo del nacional. Sorprendente. Ojalá pasen los años y pueda seguir descubriendo pasiones entre la empolvada historia de mi único ídolo, el Rey Lagarto.
ERRECÉ

martes, junio 27

Chucha… nos cambiaron de país


¿Qué pueden tener de nazi los morenitos que últimamente han copado las portadas de los diarios con llamados de violencia y destrucción? ¿Qué pueden tener de arios esos morochitos chilenos que visten cueros y bototos y se tatúan svásticas y cruces de malta? ¿Qué ideología persiguen aquellos que salen a ‘barrer’ para terminar con los ‘cabezas negras’ en este Chile tan nórdico? Chucha… nos cambiaron de país, o sea, es inaudito que existan nazis en Chile. Pueden haber seguidores de la ideología nazi, pero nazis nazis no lo creo, porque hasta ahora ningún representante que haya salido en televisión instando a la violencia tuvo pinta de nacionalsocialista, más allá de los parches que lucen en la ropa. Si un verdadero nazi se los topara en la calle, la pateadura sería de exposición, por querer representar a la ‘raza pura’ con esa cara de mestizo, con ese rostro de mezcla quiltra de esta pintura latinoamericana… a mucha honra, debiera agregar, pero me arriesgo a un tiro en mi cabeza por parte de estos seres supremos, que con cueva saben articular frases… ¡Qué pena que este país les de cabida a estas oscuras facciones del pasado!
ERRECÉ

martes, junio 13

La puta y el cantante

Me gusta caminar y a veces exagero en la prolongación de mis rutas. Cuando estuve cesante, solía caminar hasta tres y cuatro horas, rumbo a ninguna parte, atravesando Santiago, pensando en nada y en todo a la vez. Anochecía y ponía fin a mi caminata, para regresar en micro o metro.
En uno de esos retornos, decidí devolver sobre mis pasos hasta donde me diera el cuerpo y me topé con una prostituta que me pidió fuego y me ofreció sus servicios. Sólo accedí a encenderle su pucho trasnochado y conversar unos pocos minutos con el hombre con tetas. Era simpático, hablaba bastante bien y fumaba como una dama. Ya era tarde y las micros comenzaban a desaparecer de las avenidas, por lo que me despedí de la patinadora y esperé locomoción.
Tuve suerte, porque pasó justo la micro que había esperado toda mi vida… ingresé a un mundo surrealista de amistad automática y fiesta sobre ruedas. Tras pagar mi pasaje, el sonido carraspeante de los Beatles invadió mi memoria. Al centro del pasillo, un cantante rasgaba su guitarra, encendiendo los ánimos de los cinco o seis grupos que viajaban a bordo. Como si se tratara de un espectáculo esperado por todos, empezamos a cantar SIN EXCEPCIÓN con el Mcartney criollo, batiendo palmas y acompañando los coros. El cantante se encendió mucho y accedió una tras otra a las peticiones de más temas. Al tercer single, increíblemente, comenzaron a salir botellas de pisco, cajas de vino, petacas de licor, y cada grupo brindó por separado. Fue algo muy extraño, pero me sentí como dentro de una fiesta, bebí de la petaca de mi ocasional compañero de butaca, y conversamos mientras Paul seguía cantando. Todos bebían y cantaban en esa micro única e irrepetible, que hizo olvidar mi amarga cesantía.
Y así me bajé del bus, con la sonrisa dibujada, pensando en lo fácil y automático que resulta sentirse feliz, aunque sea durante pálidos minutos, y olvidar, olvidar que somos seres individuales, egoístas y egocéntricos. La puta y el cantante fueron los protagonistas de esa noche mágica, en que ni siquiera tenía planeado beber. El cantante se bajó pocas cuadras antes que yo, tras haber brindado el recital más aplaudido de su callejero deambular musical… y el más regado. Debo reconocer que me impresionó que todos los grupos de pasajeros hayan llevado consigo algo para beber y que el espíritu generoso de la soledad haya hecho repartir el licor entre todos los que esa noche nos sumergimos en un minuto de fantasía palpable e inigualable.

PD: ahora tengo trabajo y camino mucho menos… ando mucho en micro, pero jamás volví a ver a ese “beatle”, y lo peor es que sólo me ha tocado oír pésimos representantes del folclor colectivo.

viernes, junio 9

¿TERRORISTA YO?

“El señor George Bush es el primer fascista
y cualquier extranjero es sospechoso terrorista”
Nash Scratch
Leo con espanto que los soldados estadounidenses han eliminado a Abu Musab al Zarqaui, el hombre más buscado de Irak, desde la cruenta invasión, que acabó con la premisa democrática de la autodeterminación de los pueblos. Se trataba de eliminar a un “peligroso terrorista” en nombre de la paz y el orden mundial que quiere imponer el Tío Caimán. Estoy en desacuerdo con las políticas que Hussein aplicó a su pueblo, pero no deja de ser absurdo que el gigante del norte busque terroristas en el resto del mundo, cuando tienen sentado al más peligroso de todos en la Casa Blanca, por estos días escenario de las reuniones entre Michelle Bachelet y el susodicho Bush.
Recuerdo con gran placer cuando Ricardo Lagos le hizo una gigante tapa a la invasión de los gringos, dejando en evidencia su carácter pacífico y dialogante.
Me causa indignación cuando los gringos se autodenominan el país más democrático del mundo, habiendo sido los únicos que lanzaron la bomba atómica, dejando una estela de muerte y radiación en la ahora próspera Hiroshima. Por eso no dejó de causarme gracia el derrumbe de sus putas torres gemelas, aunque de inmediato supe que vendría la guerra declarada contra un enemigo tan invisible como impalpable. “Terrorismo” lo llamaron, así sin apellido, y de esa forma se lanzaron a la lucha contra el mundo que no se ajuste a los cánones ultracapitalistas.
Por eso me espanta la celebración por la muerte de Zarqaui, por eso me espanta que los criminales que dirigen el mundo desde el hemisferio norte invadan cada rincón del planeta, destruyendo los sueños de cada ciudadano libre, que barran con el planeta. Por eso, Latinoamérica debe unirse para hacer frente a la guerra ideológica del capital extranjero que quiere penetrar los mercados a costa de sangre y terror.
ERRECÉ

martes, mayo 30

¡¡¡PACOS CULIAOS, CAFICHES DEL ESTADO!!!



“Sabes que vas a comer
por dar ‘hostias’ a la gente”
Del tema: “Era un hombre y ahora es poli”
La Polla Records
El grito bien podría rememorar los tiempos más negros de este país, pero dada la delictiva conducta de la policía los últimos días, calza incluso mejor que entonces. Portadores legales de la violencia, se ensañaron no sólo con estudiantes durante el paro nacional de los secundarios, sino con la prensa y algunos peatones ajenos a la movilización. Inundaron el centro de Santiago con sus armas químicas y sus ridículos, pero amedrentadores trajes. Golpearon a cinco miembros de la prensa, a uno de los cuales lo patearon en el suelo como una pandilla callejera. Se comportaron como seres intocables los muy hijos de puta, atropellando los derechos humanos de un buen puñado de chilenos. Esta vez fueron demasiado lejos.
Resulta trágicamente irónico que la misma institución que degolló a tres profesores comunistas en 1986 para luego desparramar sus cadáveres, hoy refleje en los rostros de sus miembros la misma ira contra las manifestaciones públicas de los estudiantes secundarios. Educados en la violencia parece que no tienen otro destino. Cómo olvidar, por ejemplo, cuando no tuvieron empacho en mojar, ahogar con gases lacrimógenos e incluso golpear a sus propias mujeres, cuando protestaban en la Plaza de la Constitución por los bajos sueldos de sus verdes maridos.
Existe el mito de que Fuerzas Especiales alimenta a sus miembros con una buena dosis de drogas alcalinas para prender sus ánimos violentos, pero es evidente que la naturaleza armada de estos gorilas no requiere estimulantes, pues se despiertan con ganas de asesinar. Queda clarísimo que no será tarea fácil salir a la calle cuando los pacos vuelvan a sitiar las ciudades. El terror volverá a encender los rostros secundarios, pues hay que ser muy cabrón para ensañarse con menores de edad, más aún vistiendo uniformes, con armas químicas, acuáticas y de fuego.
Entiendo perfectamente a los protestantes que arrojan piedras a los vehículos de carabineros, es la única forma de combatir la violencia legal, porque si los pacos no ocupan las calles, ¿a quiénes apedrearían los muchachos? Se trata de simple provocación. La sola presencia de estos nefastos personajes caldea los ánimos y convierte las legítimas demandas en un circo de enfrentamientos. Basta!... hay que quitarles poder a quienes deambulan por nuestros pueblos rebosando ignorancia. Más que fuerza pública, son un peligro público.
ERRECÉ
PD: aunque Cafiches del Estado es un clásico gran mote para este dañino grupo de chilenos, el Presidente del Colegio de Periodistas, Alejandro Giullier, no se quedó atrás al calificar a los abusadores policías como “lumpen uniformado”.

miércoles, mayo 17

A CHUCHADA LIMPIA



“¡Y que se vayan a la mierda todos!!!”
La Polla Records
Me encantan los garabatos… son mi fetiche permanente. Desde cabro chico que me siento liberado cada vez que digo uno. Entre mis favoritos figuran el “chuchesumadre” y el “anda a lavarte la zanja”. Ambos los utilizo casi siempre y me siento “de puta madre”, como dicen los españoles.
Cuando era niño, mi padre no soportaba que dijera garabatos, me instaba a corregir mi vocabulario, pero sus intentos mutaron en una doble personalidad. Por un lado, en ambientes formales, me desenvuelvo con naturalidad, sin expresiones obscenas, pero cuando digo “mucho gusto”, pienso “hola, po conchetumare”, y cuando pregunto “¿cómo le ha ido?”, pienso “en qué huevá andai metido”. Por otro, en reuniones de amigos, saludo y me despido con garabatos, y termino cada frase con una muletilla, que es algo así como una reducción de la gran palabra “huevón”. La cosa es que no puedo evitar decir chuchadas, me trastornan. No es que tenga el síndrome de la Tourette, como súper Taldo, pero en mi manera de comunicar está incorporada la coprolalia. Y me he llevado grandes sorpresas, como que mis últimas y mis primeras palabras de cada día son garabatos. Al acostarme, por ejemplo, apago la luz, me doy media vuelta y digo algo como “a la mierda, me duermo”, y al despertarme, cuando mis obligaciones superan las ganas de quedarme durmiendo, me estiro y mientras lo hago, con voz todavía de sueño voy diciendo lentamente “¡con-che-su-ma-dre!”.
Y así transcurre el día con inevitables expresiones groseras, a veces con cariño, a veces con violencia. Porque, por ejemplo, cuando el maldito micrero no te para cuando le avisaste, qué es lo que le gritas: “caballero, se pasó de mi parada, qué desconcentrado está usted, oiga”. NOOOO, le gritó “¡para po’ reconchetumadre y la gran puta que te parió!!”. Es la única manera de quitarme el empacho. O cuando el joven de la esquina insiste en limpiar las ventanas (ya limpias) del automóvil, no le dices “joven, podría sacar las manos del vehículo”, sino “mira, pendejo reculiao, o dejai de huevearme o me bajo y te vuelo la raja a patadas”.
Los garabatos son mi debilidad, de hecho busco chuchadas nuevas para incorporarlas a mi trato diario y renovar mi lenguaje. Pero insisto, en reuniones académicas, el lenguaje vuelve a su formalidad y mi pensamiento divaga en frases obscenas. Como decir “estoy en desacuerdo con tus planteamientos”, en vez de mi favorita “¡anda a lavarte la zanja!”, que puede ir acompañada de “…con sapolio” o “…con rinso”.
Recuerdo grandes exabruptos en doctos escenarios, como cuando el entonces presidente del Senado, Sergio Romero, hartado de los gritos de un grupo de señoras que protestaba por la detención del tirano en Londres, dijo en voz baja “¿Hasta cuando huevean estas viejas de mierda?”. Para su mala fortuna, unos micrófonos de prensa estaban abiertos y su simpática frase salió por todos los medios. O el “¿qué te pasa, conchetumadre?”, de Patricio Tombolini, cuando era atacado por el “viejo del cartel” en Rancagua. O cómo olvidar el antológico “¡Viejos de Mierda!”, del compañero Mario Palestro dirigido a los jueces de la Suprema en el parlamento de comienzos de los 70.
Garabatos hay para todos los gustos. Por eso fueron tan populares los rayados en los baños con largas listas de nombres para los órganos sexuales y rimas con palabras soeces. Yo me regocijaba con tan ilustres ideas.
Insisto, no puedo vivir sin echar chuchadas, y al que no le guste ¡¡¡QUE SE VAYA A LAVAR LA ZANJA!!!.
ERRECÉ

martes, mayo 9

YYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY………….. FUERA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

“Cuando la plata valga mierda, los pobres nacerán sin culo”
Anónimo
Qué gran patada en el culo les dio Evo Morales, Presidente de Bolivia, a las grandes transnacionales que por décadas usurparon los recursos naturales del país altiplánico. Como no recordar al Compañero Presidente cuando nacionalizó el cobre, gracias a lo cual hoy Chile puede contar con excedentes millonarios que, invertidos con prudencia fiscal, permitirán el progresivo desarrollo de Chile y sus habitantes. Algunos dirán que los pobres no ven nada cuando se habla de tres mil millones de dólares, sin embargo, es claro que reducir la pobreza de un 40% a un 18%, como ha ocurrido en los últimos 16 años es una proeza que ningún país latinoamericano ha podido alcanzar. Peor todavía, algunos países, muchos, todavía registran a más de la mitad de la población viviendo bajo la línea de la pobreza, lo que en Bolivia puede revertirse gracias al coraje del Mandatario indígena.
Algunos dicen que Bolivia se han convertido en un país no confiable por haber cambiado las reglas del juego, no obstante, los bolivianos replican que la confianza interna es más importante cuando se trata de miles de millones de dólares que anualmente se llevaban compañías como Repsol YPF y Petrobrás. Me extraña que el Presidente Lula, representante (o ex) de los trabajadores, lamente la medida, sólo porque la compañía Petrobras dejará de percibir ganancias millonarias.
Morales ya puso a varios militares a cargo de las directivas de recursos naturales, dando una señal de resguardo frente a cualquier intento de quebrantar la ley. ¡Qué roles más dispares juegan los militares del continente!. Me llama también la atención que el ex Comandante en Jefe del Ejército chileno, General (r) Juan Emilio Cheyre, se muestre a favor de la medida moralista (en el doble sentido de la palabra), lo que demuestra la visión "sudamericana" que están adquiriendo las naciones del continente.
Basta de ponerle el poto a los gigantes del norte y a los usurpadores!!!, Si Salvador Allende no hubiese expulsado a los extranjeros que se habían apropiado de nuestro cobre, no sé de dónde habríamos financiado el desarrollo de que hoy gozamos. La misma suerte le deseo a Bolivia.

PD: me causa gracia asimilar la expulsión de los invasores económicos con el clásico grito de Don Francisco a los perdedores de su programa concurso: ¡¡¡YYYYYYYYYY… FUERA!!!!!
PD2: de si una pequeña salida al mar ayuda al desarrollo de Bolivia, me referiré en otra oportunidad, aunque estoy a favor de negociar, más ahora que el gas es boliviano y la situación energética de Chile es tan precaria. Gas por Mar es una posibilidad muy distinta y mucho más humanitaria a la que los gringos genocidas planteaban en la guerra de la ex Yugoslavia: armas por alimentos.

ERRECÉ

jueves, mayo 4

HAMPONES DEL AZAR


"Aquí gana, aquí pierde, aquí gana, aquí pierde", canta el hombre, mientras revuelve los discos sobre un diario LUN doblado en tres. Es un estafador que utiliza una de las fórmulas más antiguas del centro: pepito paga doble. Son tres discos con un lado negro y el otro blanco; uno de ellos tiene un dibujo, ese es el ganador. Pero la idea de la estafa es que siempre gane el delincuente y que los incautos pierdan. Es increíble comprobar cómo decenas de personas todavía se gastan sus lucas en apostar a este juego.
Este mediodía había en el Paseo Ahumada -en un radio de 20 metros- cuatro "puestos" de pepito paga doble, todos con sus palos blancos, señoras entradas en carne y -por qué no decirlo- también en años. Ellas son las encargadas de simular jugadas para incitar la derrota de quienes rodean al ladrón. Es extremadamente ridículo, porque las mujeres en cuestión tienen cara de miseria, hablan con un lenguaje miserable, caminan míseramente, pero apuestan diez mil pesos, pierden, y se quedan calladas como si no les afectara para nada. Pero en la ciudad siempre hay imbéciles que siguen cayendo en el jueguito. Debo admitir mi más profundo odio hacia estos personajes de la fauna nacional, porque afectan el bolsillo de los que menos tienen, los más incautos.
Más allá de la rabia que me provoca pepito paga doble, admito que no resisto los juegos de azar, desde la más simple lota, hasta los millonarios kino, loto o similares, pasando por todos los raspes y los juegos de ferias libres. Incluyo las máquinas tragamonedas y todas aquellas que alimentan los sueños de multiplicar tu riqueza.
Pienso en todo eso, y en los pobres hombres y mujeres que regresan a sus hogares más pobres, humillados por la delincuencia disfrazada de entretención. Pero vuelven a tentarse cada vez que oyen el repetido llamado del hampón: "aquí gana, aquí pierde, aquí gana, aquí pierde".
PD: admito que una vez caí en el juego. Estaba en París y un viejo francés hacía algo similar con naipes. Aposté y me pareció fácil ganar, tenía 17 años y perdí el equivalente a 40 mil pesos chilenos. Me agrandé porque andaba con plata, pero la astucia del delincuente europeo me achicó hasta la mínima expresión. Pateé la rabia durante horas, jurando que (por vergüenza) jamás contaría esta historia y que nunca volvería a caer con el delito disfrazado de azar callejero. Lo primero lo cumplí hasta hace poco, sin embargo, lo segundo lo he seguido al pie de la letra.

ERRECÉ

miércoles, mayo 3

MASTER KUSH (o la maestra africana)


El fin de semana mi dealer me sorprendió. Cada viernes acudo a su departamento para adquirir algunas dosis de cannabis y disfrutar el fin de semana. Hasta ahora me había ofrecido marihuana chilena, de la cuarta región, a veces preandina, es decir, con un profundo color morado. Todas de excelente calidad. Sin embargo, el viernes pasado me dijo: "Te tengo algo especial", y me estiró su mano cerrada con una "caleta" envuelta en papel de diario. "Se llama Master Kush", agregó. Cuando abrí el paquete eran unos cogollos completamente cerrados, como si hubieran pasado por una prensa. Recorde una sativa africana que cultivé en 2004 y le pregunté si era de ese contienente, lo que confirmó. Su aroma era penetrante y parejo. Cuando la probé quedé fascinado; la volada fue sensacional y muy sensorial. Mi pareja concordó en que se trata de una excelente marihuana de cultivo doméstico. Fumamos suavemente durante el fin de semana, enrolando cada cigarrillo como si fuera el último, entrando en mundos de colores inimaginables. La relajación fue absoluta hasta que llegamos al último caño que consumimos a la salida del metro Franklin, antes de ingresar a ese exquisito planeta llamado persa. Totalmente volados recorrimos los diferentes galpones y acordamos comprar primero un computador para nuestra nueva casa, a la cual nos cambiaremos dentro de pocas semanas. La lista de cosas que necesitamos no es tan larga, ni tan costosa, pero volados pasa más piola. No compramos nada, porque decidimos esperar a fin de mes para reorganizar las finanzas. Cerca de las tres de la tarde almorzamos en una de esas picadas del barrio Franklin, baratas y buenas. Nos atendió un mozo que no parecía muy concentrado, pero todo fue rápido y agradable.
En fin, se acabaron los Master Kush y un fin de semana de lujo... sólo espero que mi delaer vuelva a sorprenderme, aunque ahora me gustaría un Super Skank o un Purple Haze, para variar digo yo.
PD: mi dealer me contó que fue a una fiesta de autocultivo que se convirtió en un remate. El dueño de las plantas había cosechado doce matas de semillas seleccionadas, con nombres rimbombantes. Prendía un pito de Orange Bud, por ejemplo, y lo hacía correr, mientras narraba sus características. A renglón seguido, ofrecía una bolsa de 20, 50 o 100 gramos en altas sumas. Uno de los asistentes le dijo: "oye, dejémonos de huevadas... tengo dos millones, te hago un cheque y lo cobras mañana mismo si quieres... ¿cuanto me das?". El comprador se llevó un kilo de lujo y el dueño del remate se ganó en total unos siete millones de pesos en cuatro horas. Obviamente había que ir con dinero, no sólo a poner la boca y el cerebro. Cosas de dealers... El próximo remate no me lo pierdo, sólo espero que vendan de 5 o 10 gramos para no quedar en la bancarrota.

lunes, abril 24

EYACULAR EN LA POBREZA (o de nuevo los más débiles)



Jorge Martínez Arévalo, el presunto autor de la eliminación y desmembramiento del joven Hans Pozo, visitaba moteles del centro con tiernos prostitutos... Para algo sirve que te pidan y algunos hasta te exigan tu cédula de identidad antes de la entrega carnal, el maní y la pilsen. Martínez Arévalo, dirigente municipal, casado, hijos, ocupaba lentes, viste corbata en las imágenes de video que rescataron algunos archivos de prensa y tiene cara de chileno. Nadie detectó nunca (según dicen) su conducta paralela, que dividía su vida entre la comida familiar para dormir con pijama y despertar para repartir a los niños al colegio, e inventar reuniones para degustar cuerpos jóvenes de muchachos que cuelgan del planeta.
No podría afirmar que el hombre que se suicidó cuando la policía quiso interrogarlo en su casa fue un abusador, pero tenía preferencias sexuales en las que clasificaba a sus putos o putas según su escasez de recursos y la falta de prejuicios a la hora de tener sexo... No es casualidad que en vez de enterrar el cuerpo de Pozo con el fin de sepultar las pruebas, prefiriera guardarlo congelado cuatro días en las máquinas de su heladería, para luego descuartizarlo y repartir los trozos entre dos comunas. Delata un plan permanente para evadir su condición y parecer lo que era, hasta que creyó que se le derrumbaba su imagen pública. Hans pagó las consecuencias... el más débil, por supuesto. El más fuerte tuvo ánimos hasta para convertir siete días de la semana en una macabra puesta en escena, con sexo, homicidio, trozado y disgregado, que cerró disparándose en la cabeza con su poderoso revólver.
¿Qué tipo de parafilia sicosexual, pero también social, motivaba que el hombre prefiriese muchachos pobres, de la calle prácticamente? ¿Se habrá excitado con cada corte que le daba a ese cuerpecito congelado y -por lo tanto- fácil de trabajar con sierra? ¿Se habrá masturbado pensando en el crimen y en las desventuras sexuales del joven Pozo? La primera habría que estudiarla desde la ciencia, las otras dos no tienen respuesta, se fueron con el señor Martínez, el que trazó su hoja de ruta en un céntrico motel, antes de comerse el maní, beber un sorbo de cerveza y entregarse a sus innombrables placeres... antes de repetir su perverso ritual y eyacular en la pobreza.
PD: mientras escribo esto, en la televisión el pedófilo Zacarach pide que lo castren químicamente... debe pensar que está en la base de Guantánamo o Abu Graib.
ERRECÉ

martes, abril 18

Comer, beber y amar.


El título de esta columna no responde a la gran película homónima, en que un padre viudo le cocina todos los días a sus hijas distintas exquisiteces. La idea es desentrañar la íntima vinculación de los alimentos y el amor. Una compañera de oficina nueva, a quien llamaremos MJ me dice que es un poco celosa, pero que no se molestaría si ve a su pololo tomando un café con una mujer. Le pregunto qué pasa si el líquido en cuestión sube de grado y se convierte en un trago largo. "Ah, no po", replica, agregando que no tiene nada que tomarse un copete con nadie más que ella. O sea, de una cena ni hablar.
Los alimentos que ingerimos -insisto- están íntimamente relacionados a nuestra estructura sentimental. Es decir, lo mejor para evitarse celos es comerse un completo o simplemente no comer nunca con otra mujer que no sea la tuya.
Siempre me ha parecido extremadamente esnob comer sushi. No es que no me guste, sino que me recago de hambre cada vez (muy pocas hasta ahora) que me devoro algunos rolls. El tema lo traigo a colación porque a pesar de que no me gusta, se me simula muy erótica una japonesa maquillada de blanco comiendo esas ruedas de arroz sumergidas en soya, donde flotan algunas semillas de ajonjoli. Por eso, y a raíz del comentario de MJ, me parece que comer sushi es un acto previo a un encuentro furtivo. Por eso, no como sushi, y no corro riesgos innecesarios.
Lo otro es persecución, porque comer es un acto demasiado animal, sin importar que estemos en un restorán internacional, cuya suma de precios de la carta supera varios sueldos mínimos, o en un carrito de completos (publicidad gratis: el mejor es el del Tío Manolo, Rodrigo de Araya esquina Maraton).
Con el alcohol pasa algo diferente, y puedo entender por qué. El trago transforma a las personas, me dice un amigo, puede convertirlas en seres capaces de inmolarse en mitad de la noche por una pasión inventada al fragor de una ronda de copas. Por eso, el riesgo es más alto al tomarse un trago y los celos son más desvergonzados.
Del café no tengo nada que decir, tomo muy poco café, porque me acelera. El resto de las sustancias si creo que son muy íntimas y denotan una pequeña o gran alianza entre quienes las comparten.
Pero comer es comer, beber es beber, y para amar hace falta mucho más que una copa y un tenedor.
ERRECÉ

lunes, abril 3

QUE DELICIA!!!


"Las drogas causan paranoia, confusión y una perdida total de contacto con la realidad en los políticos que nunca las han tomado".
Anónimo


Cifras oficiales (que siempre son mitigadas por el poder político y económico) indican que cerca de 200 millones de personas consumen marihuana en el mundo, y que cada año se suman más de 10 millones. La semana pasada, el glorioso cannabis volvió a la palestra de la mano de un inofensivo jardinero que derivó en vendedor de semillas. Primero fue La Nación el matutino que en sus páginas interiores trajo una nota sobre el negocio del tal Angello. No pasó nada hasta que los "sapos" de Las Últimas Noticias en su afán por convertir todo en espectáculo lo pusieron en portada. Jaime Orpis, paladín de la justicia en materia de drogas, salió al paso inmediatamente y acusó al comerciante de estar motivando el consumo de estupefacientes. Lo dijo Orpis, quien fuma cerca de 40 cigarrillos al día, pero eso no le parece nocivo, ni siquiera por el fuerte aroma que expele cuando te habla muy de cerca. Qué patudez, llegan a sus casas, se embriagan en alcohol legal, consumen alimentos transgénicos, fuman cigarrillos lights, se limpian el culo con papel no reciclado, gracias a la destrucción de millones de hectáreas de bosque, pero andan preocupados de qué consume cada chileno, quieren controlarlo todo, pero no lo conseguirán.
Como comienza esta columna, somos millones y es virtualmente imposible que puedan controlar la tierra e impedir el normal desarrollo de una planta tan luminosa como el Cannabis. Tempranamente el filósofo austriaco Friedrich Nietzsche descubrió las bondades de la planta, lo que le permitió "acercarse a la prodigiosa velocidad de los procesos mentales". Se trata sólo de un ejemplo, de un pensador reconocido universalmente, que sanó sus fuertes dolores de cabeza gracias a unos buenos cogollos.
La funa de LUN sólo refleja lo que ese público quiere ver, una sociedad chata, repleta de huevones ignorantes que sólo quieren aferrarse a la teta, sin importar los derechos de jóvenes y adultos que consumen algo tan interesante como un caño de marihuana. Qué delicia!!!
Pero no detendrán el avance de consumidores libres, no podrán con sus políticas prohibicionistas, que apuntan a controlarlo todo, desde lo que compras en el supermercado hasta las más oscuras e íntimas masturbaciones, todo. Ven delincuencia detrás de la marihuana, pero lo cierto es que la delincuencia derivada del cannabis es fruto de la prohibición, que deja dos caminos a los consumidores: o compramos a algún delaer de turno o cultivamos en nuestras casas, con diversos y modernos métodos que nos permiten exquisitas cosechas.
Detrás de toda esa desmesurada reacción contra una inofensiva planta se esconden frustraciones de la clase política, se esconden rostros que ocultan delitos mucho más graves, como la evasión tributaria de los más poseídos que impiden que los que tienen menos accedan a mejoras en la calidad de vida. Ocultan el consumo desmesurado de drogas químicas, provenientes de laboratorios clandestinos, ocultan el deseo de dominarlo todo... pero somos millones, guiados por esta gigantesca nube verde...
PD: podrán acusarme de apología a las drogas, pero eso se lo dejo a la medicina moderna con sus fenobarbetales, ravotriles, valiums, ziprepoles y demases.

jueves, marzo 30

¡¡POR ALGO SERÁ!!


En mitad de una frívola jornada televisiva, escucho a Francisco Javier Donoso lamentarse de que una concursante del programa en que es jurado había contado un chiste "hereje". El Rumpy, para terminar de hincharle las pelotas, le cuenta otro, fome, pero válido para hinchárselas a los católicos ortodoxos que creen que nadie puede opinar o reírse sobre asuntos de fe. Escuchando su fundamentalismo, recuerdo a Jaime Guzmán. Sí, el mismo que el Frente Patriótico Manuel Rodríguez ajustició en abril de 1991.
Jaime Guzmán Errázuriz, cerebro de la dictadura y mentor de la Unión Demócrata Independiente (se pasan de carerraja para perpetuarse con un nombre tan cínico) cumple 15 años de muerto, y la derecha lo recuerda pidiendo justicia y sabiendo que los autores están repartidos por el mundo tras haber protagonizado la gran fuga de la Cárcel de Alta Seguridad (nuevamente, un problema de nombres). Es muy fácil pedir justicia, luego de haber participado directamente en la negación de ella para miles de casos de violaciones de derechos humanos.
Jaime Guzmán se jactaba de haberse enfrentado al carnicero Manuel Contreras, sin embargo, siendo la cabeza pensante del régimen tiránico de Pinochet, nunca advirtió la necesidad de que el pueblo que vivía pisoteado por la bota militar tuviera un respiro. Cuando recuerdo su muerte, me es inevitable recordar la fascista frase que la derecha enarboló cada vez que se denunciaban torturas, desaparecidos o vejaciones. ¡Por algo será!
Si bien no es mi intención aplaudir a quienes dieron muerte al Senador Guzmán, a mi juicio el único error es no haberlo hecho durante la dictadura y no cuando la democracia recién comenzaba, porque luego de la negociación que derivó en plebiscito, elecciones y reorientación de la vida nacional, "había pasado la vieja". Y es que habiendo tenido la posibilidad de matar al genocida en el Melocotón, se chispotearon... eso, eso si que empelota, que habiendo podido cambiar la historia, no concretaron.
Jaime Guzmán, en El Mercurio del 19 de noviembre de 1989, declaraba: "Considero que el Presidente Pinochet es una de las personas con quien Chile tiene una mayor deuda de gratitud. A pocos meses de que se aleje del Mando Supremo, deseo reforzar especialmente mi lealtad y aprecio hacia su persona (…) Me declaro pinochetista, y a mucha honra". La lealtad con el tirano tuvo su precio y es que la gratitud a la que se refería este peladito con cara de nerd no pasaba por el pueblo abusado, sino por lo empresarios; pasaba por quienes se apropiaron de las empresas públicas y se enriquecieron, por quienes robaron y saquearon las propiedades de miembros de la izquierda chilena. Ellos deben seguir agradecidos, aunque después que se destapó el caso Riggs, apenas se escuchan carraspeos, porque creyeron que sólo ellos tenían derecho a meter las manos. Por supuesto que Guzmán y todos los corderos del sanguinolento se vieron beneficiados por Pinochet... pero todo se paga Guzmán, todo... tu pagaste temprano y ¡que bueno!, no sé quién te habría soportado más años en política. No olvides que ganaste un cupo parlamentario gracias al binominal, no voto a voto.
En el mismo Mercurio citado anteriormente, aparece otra frase de Jaime Guzmán, donde señala que considera "extremadamente peligroso a Ricardo Lagos para el futuro del país". Con esas proyecciones, sólo queda recordar nuevamente la frase momia y relamida: ¡Por algo será!, si hasta los empresarios enriquecidos bajo dictadura aplaudieron al ex presidente, en cuya administración siguieron acumulando dinero, esta vez dentro del imperio de la ley.
20 días antes de que el vehículo en que abandonaba el Campus Oriente de la Universidad Católica fuera acribillado, Guzmán declaraba que las violaciones a los derechos humanos eran responsabilidad de los gestores de la Unidad Popular, justificando las matanzas. No es extraño que alguien quisiese darle justicia al autor de tan descabellada frase.
Jaime, fue una provocación y todo tiene su precio. ¡POR ALGO SERÁ!!
PD:Larga vida al comandante Ramiro y a Ricardo Palma Salamanca.

ERRECÉ

lunes, marzo 27

Vida Pública y Vida Privada (o ¡puta la mala cueva!)

Me dicen que no porque mi blog tenga un nombre político, debo escribir solamente de aquello. Y precisamente el fin de semana me ocurrió algo –ojalá irrepetible- que narraré a continuación.
Estábamos mi pareja y yo a pocas horas de ver el recital del gran Manu Chao, para lo cual habíamos esperado un mes, desde que adquirimos las entradas. Luego de beber unas cervezas en un bar de mala muerte (que tanto nos gustan) acudimos a la cita con tres horas de anticipación. Paseamos por el Parque de los Reyes, aledaño a la Estación Mapocho, lugar donde se desarrollaría el espectáculo. Buscamos un lugar “piolita” para fumar un cigarrillo de marihuana y relajarnos. Nos sentamos a los pies de un árbol y encendimos la macoña, iniciando el ya clásico ritual de los fumatas.
De pronto, ella me dice “oye, esos que vienen ahí no serán pacos de civil”. No alcancé a reflexionar sobre aquello cuando estábamos rodeados por dos jóvenes de jeans y polera. “Buenas Tardes… Carabineros de Chile… Comisión Civil”, se presentaron formal y decididamente. Empalidecí instantáneamente, pensando en que me perdería el recital que tanto habíamos esperado y destruyendo lo que quedaba del pito. Una mierda de experiencia, en un país desmilitarizado hace poquito. Nos pusimos de pie automáticamente, apenas divisamos las placas que daban cuenta de que no se trataba de una broma.
“Sus carnés…”, “¿por qué estay tan pálido?”, “¿saben ustedes que podríamos llevarlos detenidos?”. Nosotros asentíamos con la cabeza, pero poco a poco fuimos entablando un diálogo. Me pidieron la billetera, revisaron el banano de mi pareja, no encontraron nada, porque afortunadamente no teníamos más que “ese” caño, ahora hecho mierda y repartido en el pasto.
Uno de los paquitos sacó de su bolsillo trasero del jeans un papel arrugado, doblado y un poco sucio en los contornos. Me pidió la dirección, anotó mi cédula, la de ella, inventé una dirección, ella entregó la real, mientras les decía “oye, si yo entiendo su pega, pero no andábamos en nada malo”. “No, nadie entiende nuestro trabajo”, replicó el más joven de los copas. Finalmente, nos rajamos… nos devolvieron los carnés, nos dijeron un par de huevadas más y nos dejaron ir. “Bueno, tuvimos mal suerte”, les dije... “y ustedes tuvieron buena suerte”, agregué. “¿Qué?”, me dijo el más joven –que a estas alturas era el que había llevado el procedimiento-, “Si quisiéramos tener mejor suerte, habríamos llamado al carro al tiro y estarían dando explicaciones en la Comisaría”.
En fin, mala experiencia. Seguimos bebiendo en otro bar más higienizado, pero igual de popular, repasamos el amargo suceso y, claro, ellos hacen su pega y así como no me gusta que invadan mi vida privada, tampoco debo invadir la vida pública de plazas y parques consumiendo sustancias prohibidas. Fuimos demasiado confiados y después de años fumando en cientos de plazas, calles y avenidas de decenas de ciudades y pueblos, somos sorprendidos por dos aburridos paquitos que reciben su sueldo bajo el deber de amedrentarnos. Pero que raja tuvimos y qué criterio tuvieron ellos. Disfrutamos el recital durante más de dos horas y media, adentro fumaban desde Manu Chao hasta el que manejaba el foco dirigible, embriagados en una volátil nube cannábica. A la salida, estaban ellos, los paquitos que nos habían efectuado el control de identidad, ahora rodeados por efectivos del GOPE, buscando a algún consumidor desprevenido, pero claro, ya no quedaba hierba, y después de saltar casi tres horas en ese recinto techado, con otras doce mil personas, sólo quedaba una masa humana, cubierta por esa exquisita nube de dispares cepas que se escapaba por las puertas de la estación. Nosotros agachamos la cabeza, pasamos por el lado de nuestros casi captores, y nos fundimos con la noche metropolitana, con la conciencia tranquila y con algo nuevo para este blog.
ERRECÉ

miércoles, marzo 22

Compañero Tapia. Presente.



Es cierto. Mi viejo compañero de Universidad, el "negro", me pide que actualice el blog, porque el suyo pierde vigencia si agrega links que no se actualizan. En fin, decidí hacerte caso negro. Y es que el tema de la política chilena pareció congelarse tras la asunción del mando. La derecha -después de haber destruido el país- ahora se declara constructiva, y en el híbrido concertacionista comienzan las disputas intrapartidos para obtener cupos en testeras y organismos estatales. Se olvidan las mierdas que así comenzaron a aserruchar el proyecto del mártir Allende.
La Presidenta Bachelet anda en Argentina, sumando lazos para darle fuerza a este continente latinoamericano tan a mal traer. Insisto en que debiera vestirse a lo Evo, pero en mujer, porque esos vestidos a pesar de que pueden darle clase, más allá de si se ve bien o mal, se nota que la incomodan. Y en el poder hay que estar cómodos, como lo estuvo Ricardo Lagos, que hasta ponía cara y tono de voz de poderoso (este no es un comentario de moda, me importa una raja si Bachelet gobierna en jeans o en pelota, sólo me gustaría que caminara cómoda).
El mentado "negro" me comenta que Lagos fue sólo un administrador del modelo del "tata" (tiene el descaro de llamar tata el genocida que -dicho sea de paso- ¡cuando chucha va a parar las patas!) Negro, la verdad es que es posible que Lagos haya administrado el modelo heredado de la dictadura, pero es indesmentible que la justicia social, sin importar bajo qué sistema se administre, viene mucho mejor desde el socialismo de la tercera vía moderna, que desde los empresarios que dirigen a la derecha (cinco para mí, medio para ustedes).
Hay que mirar el socialismo como una opción moderna, por mucho romanticismo que nos provoque el antiguo modelo, la reforma agraria, Leningrado en blanco y negro, la hazaña del Che Guevara en Africa y Bolivia (A propósito, ¿el ejército boliviano que mató a Ernesto es el mismo que hoy acompaña la revolucíón de Morales?, parece que -viendo el ejemplo argentino- es cierto que las instituciones pueden reformularse). Pero insisto con la premisa que dio origen a este blog -que tan abandonado estuvo- "Chile sigue socialista" porque todavía existen navegantes web -como el señor Tapia- que leen documentos pasados a pasado, aunque en formato digital, y sigue socialista más allá de quienes estén a la cabeza. Es el espíritu de los ciudadanos. ¡Viva el pueblo!
PD: ayer martes, EMOL publicó la noticia del aniversario de la Fach, poniendo "el nuevo subsecretario de Aviación Raúl Meneses" en vez de Raúl Vergara. Los editores momios confundieron el apellido de un profesor de la Universidad Católica, torturador del Estadio Nacional, con el del torturado subsecretario. Ironías del destino.
ERRECÉ